lunes, 5 de diciembre de 2016

El 72% de las víctimas son niñas



Por: Natalia Mantineo

La situación ocurrida en el Instituto Antonio Próvolo, donde dos sacerdotes y otras personas de ese colegio se presume que abusaron sexualmente de niños hipoacúsicos puso en alerta a la sociedad sobre una realidad que está presente. Según las cifras brindadas por el Programa Provincial de Maltrato Infantil y del Poder Judicial, en Mendoza existen mil denuncias anuales provenientes de la Dirección General de Escuelas (DGE) y de la Línea 102 de Atención al Niño. 
El 72% de las víctimas son niñas. Pero las estadísticas no terminan allí sino que, además, refieren que el 80% de los que propinan estos actos son hombres, aunque existe una minoría femenina implicada.
Una realidad que existe y duele
Según la Real Academia, el abuso sexual infantil es la conducta en la que una niña o niño es utilizado como objeto sexual por parte de una persona con la que mantiene una relación asimétrica, de desigualdad, con respecto a la edad, la madurez o el poder.
Ser víctima de abuso sexual conlleva un sinfín de traumas, tanto físicos como psicológicos. Lo importante, de acuerdo a los dichos de los especialistas, es saber actuar a tiempo. Para ello es indispensable estar atentos a los diferentes comportamientos que manifiestan los pequeños, sobre todo, en sus primeros años de vida.
"El ofensor, por lo general, es una persona allegada a la víctima. Suelen tener un vínculo muy próximo, por lo que es muy fácil hechizar o seducir al abusado. También hay casos en donde no existe un vínculo afectivo directo, como el de los curas del Instituto Próvolo, pero sí hay algún tipo de confianza entre el abusado y abusador", aseguró Alejandrina Román, directora del Centro de Educación, Pareja y Asistencia a la Sexualidad (CEPAS).
Las víctimas pueden pasar muchos años sin revelar lo que les ha ocurrido. Esto tiene que ver con que el abusador los hace sentir responsables de lo ocurrido, logrando así que carguen con la culpa, tal vez, toda su vida.
Quedarse callado y no contar lo ocurrido puede generar dos tipos de impactos en las víctimas: "Uno de ellos tiene que ver con ocultar las emociones y seguir adelante; el otro, es el silencio que le impide realizarse como persona", dijo Román que además, aseguró que la víctima de un abuso tiene mucha tendencia a repetir los hechos con otras personas. 
"Predomina más en el hombre que en la mujer abusada, no siempre ocurre, pero en un amplio porcentaje sí. Es un modo de vengar lo que le hicieron a ellos", expresó la psicóloga.
¿Cómo detectar que un chico ha sido víctima de abuso?
En los tiempos que corren, los especialistas hacen mención a la importancia de hablar con los niños como corresponde. Las cosas por su nombre: el pene es pene no pilín y la vulva es vulva y no repollito. Eso permitirá que los pequeños comiencen a conocer su cuerpo con los nombres reales que poseen.
"Es fundamental enseñarles a respetar su cuerpo, decirles que éste les pertenece y que si alguien se lo toca o lo molesta tiene que avisarle a un adulto cercano de confianza. Enseñarles lo que es el cariño bueno y el cariño malo, el secreto bueno y el malo. Explicarles la diferencia entre un regalo y un soborno. Eso permitirá que sepan actuar y defenderse ante determinadas situaciones", refirió Román.
“No siempre el cambio de comportamiento de los menores significa que han sido víctima de abusos sexuales. El trabajo es largo y minucioso. Lo importante es actuar, acompañar y siempre estar atentos”, expresó Rita Pérez, profesora de Educación inicial, Educadora sexual y autora del libro Emociones dibujadas.
“A veces se los minimiza pero hay que saber escucharlos porque si algo nos dicen, es porque algo está sucediendo”, afirma la especialista. Según su experiencia, un adolescente puede crear una historia y mantenerla, pero no un nene de entre 3 y 6 años. 
“Cuando los chicos dibujan a un niño con algo en sus genitales o teniendo sexo oral es porque lo han visto ya sea porque viven hacinados donde en la misma habitación duermen siete hijos más los padres; o bien, porque han sido víctimas de abuso, eso está clarísimo. Los chicos a esa edad no inventan lo que no conocen”, refirió la educadora.
Consejos para tener en cuenta y poner en práctica
Es prioritario que los padres brinden a los pequeños mucha contención, afecto y sobre todo respeto como personas.
"Los chicos tienen que conocer sus derechos, ser escuchados y no subestimados. Deben saber que tienen que cuidar y proteger su cuerpo, conocer sus partes íntimas tal cual son, sin tabúes. Los niños tienen que estar al tanto de la realidad en la que viven. Saber qué es un abuso sexual, saber las diferencias entre caricias buenas o malas. Si hay un tipo de caricias que no les agrada deben decir No y desconfiar si alguien les pide que guarden el secreto al ser acariciados", manifestó Pérez.
"Los padres tienen que estar presentes en el crecimiento de sus hijos, acompañarlos en todos los aspectos de sus vidas, observar sus movimientos, sus gestos, sus tareas, sus dibujos, así lograrán detectar a tiempo si algo funciona mal", culminó.

sábado, 3 de diciembre de 2016

Profesionales latinoamericanos se pronunciaron contra el abuso de podery los abusos sexuales eclesiásticos



Además, exigieron “una actitud concreta y no declamada de las autoridades de la Iglesia, encarando el tema con responsabilidad, seriedad y cumpliendo las leyes terrenales…y las propias”.
El comunicado de prensa emitido por el grupo de profesionales latinoamericanos, cuenta que tomaron “conocimiento, con asombro pero no con sorpresa, de los abusos sexuales infantiles producidos en el Instituto Católico Próvolo de Luján de Cuyo, Mendoza, responsable de la atención y educación de niñas y niños hipoacúsicos”. “Dos curas y un empleado es lo que se sabe, hasta ahora, sobre la identidad de los perpetradores”, agregaron.
“En este momento comienzan a llegar más revelaciones de otras zonas del país, entre ellas La Plata”, acotaron y recordaron: “Los Institutos Próvolo tienen historia en el tema. Desde la década del 50 se registran hechos que implicarían a más de cien curas y cientos de víctimas, especialmente en Verona (Italia) que, al descubrirse, fueron redistribuidos en otras sedes o resultaron prófugos. Uno de ellos de más de 80 años, es ahora uno de los apresados en Mendoza”.
En la misma línea, expresaron que “causa espanto el encubrimiento realizado por las autoridades eclesiásticas, no solo transgrediendo así toda ley cívica y moral sino permitiendo el aprovechamiento de la situación de minusvalía en la que colocaban a niños y niñas cuya discapacidad no les permitía o les dificultaba al extremo -de no ser educados- la comunicación. Es posible suponer que eran obligados a quedar en esa situación de aislamiento para aumentar su estado de vulnerabilidad. Sabemos que a mayor vulnerabilidad, mayor impunidad. Es aún peor, si cabe, pensarlo como un plan llevado a cabo en varias sedes de la red de Institutos Próvolo, a lo largo de décadas”.
Por lo expuesto, exigieron “la formación y designación de intérpretes de la lengua de señas en todos los estamentos del Estado”.
“La Iglesia Católica sigue diciendo que se arrepiente… de estos sucesos. Los Próvolo no tienen la exclusiva en el tema. No vemos hasta ahora grandes movimientos, no solo que permitan llevar a estos delincuentes sexuales a la cárcel -que según sus representantes no es su función hacerlo- si no tampoco que se los prive de sus derechos sacerdotales. Baste el ejemplo del cura (Julio César) Grassi por estos lares, más de diez años para lograr su encarcelamiento y aun pudiendo oficiar misa”, recordaron.
Asimismo, destacaron “el trabajo que lleva a cabo la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico, a quienes acompañamos en su denuncia permanente que los llevó, entre otros logros, a exponer en organismos internacionales la situación de múltiples víctimas y a encarar el tema como un fenómeno social cualificado y no como hechos aislados. La Red, ya estaba siguiendo los pasos del cura (Nicolás) Corradi, preso ahora y lo había rastreado hasta sus actividades abusivas en Italia en las décadas del ‘50 y el ‘80”.
Por esto, el grupo de profesionales latinoamericanos expresó: 
* Nuestra total solidaridad con las víctimas del Próvolo de Mendoza y las que sigan apareciendo.
* Nuestra exigencia de una actitud concreta y no declamada de las autoridades de la Iglesia encarando el tema con responsabilidad, seriedad y cumpliendo las leyes terrenales…y las propias.
* Seguimos subvencionando institutos y escuelas católicas sin que el estado ejerza el control correspondiente.
* Sin separación Iglesia/Estado no se cumple la laicidad establecida en nuestra constitución: ésta es parte de sus consecuencias”.
 

martes, 29 de noviembre de 2016

Llaman aromper el silencio contra el abuso sexual infantil


 Unicef y el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos lanzaron una campaña que busca concientizar y generar denuncias en torno a este flagelo. Pusieron a disposición una página web y una línea 0800 que será atendida por profesionales durante las 24 horas.


En el marco del Día Mundial para la Prevención del Abuso contra Niñas, Niños y Adolescentes –que se conmemoró el pasado 19 de noviembre– el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) lanzaron, a través de diversas producciones audiovisuales que están circulando en los medios de comunicación, la primera campaña nacional masiva contra el abuso sexual infantil que busca concientizar sobre la temática. 

Asimismo y en consecuencia se dio apertura al sitio on line www.argentina.gob.ar/abusosexualinfantil que aporta información alusiva; y se recuerda a la comunidad que existe una línea gratuita 0800 (222 1717) que es atendida por psicólogas y trabajadoras sociales con más de 10 años de experiencia en la temática que está a disposición de cualquier persona que sea víctima o tenga conocimiento de una situación de violencia sexual cometida contra un niño o adolescente las 24 horas, los 365 días del año.

La subsecretaria de Acceso a la Justicia, María Fernanda Rodríguez, explicó que el objetivo de la campaña es "hacer visible lo invisible, con el fin de prevenir esta problemática que ocurre con frecuencia alarmante".

En este sentido, al remarcar que según datos de la Organización Mundial de la Salud, una de cada cinco chicas y uno de cada 13 chicos ha sido víctima de abuso, la funcionaria aseguró que "es hora de ubicar el tema sobre la mesa".

Por su parte, la representante de Unicef en Argentina, Florence Bauer, expresó que "visibilizar el problema es un primer paso fundamental, seguido de otros, como lograr la implementación de un sistema unificado de información, fortalecer la coordinación interinstitucional a través de protocolos unificados de actuación y facilitar espacios adecuados de denuncia".


Datos del servicio
En la página web que se puso a disposición de la comunidad (www.argentina.gob.ar/abusosexualinfantil) se detalla que "El abuso sexual infantil es un delito que existe cuando: un adulto utiliza a un niño, niña o adolescente para estimularse sexualmente; un adulto estimula sexualmente a un niño, niña o adolescente; o un adulto utiliza a un niño, niña o adolescente para estimular sexualmente a otra persona". Además se remarca que "puede haber abuso sexual infantil aunque no haya acceso carnal".

En el portal, además, se detallan algunos ciertas claves a considerar por parte de los adultos para determinar que están frente a un caso de estas connotaciones. "Los niños, niñas o adolescentes que son víctimas de este delito no suelen contar lo que les ocurrió. Sin embargo, si tienen cambios de conducta repentinos, pueden estar diciéndonos que les ha pasado algo. Algunos de estos cambios podrían ser: enojos injustificados, decaimiento, desconexión con el medio social, pesadillas o problemas para dormir, ansiedad, no quieren quedarse solos con una persona en particular", describe y agrega: "Para evaluar si hubo agresión o no, siempre debe participar un profesional, que puede ser el pediatra u otro especialista en el tema".

Para tener en cuenta
Cabe destacar, según se detalla a manera introductoria en la Guía para Tomar Acciones y Proteger sus Derechos de Unicef, que "a diferencia del maltrato físico –cuyo diagnóstico depende de la posibilidad de ver las lesiones– y de la negligencia adulta hacia el bienestar infantil –reflejada al ver niños privados de los cuidados parentales básicos (desnutridos, no escolarizados, sin cuidados médicos básicos, entre otras formas de vulneración de sus derechos)–, la detección del niño que fue o está siendo víctima de abuso sexual depende de escucharlo para saber qué pasó".

En este sentido se destaca que la "importancia" de atender al niño cuando toma la palabra "radica" en que su descripción frecuentemente es la más importante, poderosa y, en muchas ocasiones, la "única" evidencia del abuso cometido en su contra. 

Por último vale recordar que en agosto de este año la Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes de Santa Fe expuso su preocupación "por el número de casos de violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes abordados en todo el territorio provincial" al revelar que de acuerdo al Informe 2015 del Observatorio de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia de Santa Fe las violencias fueron durante 2014 el principal tema que atraviesa las situaciones atendidas (según el registro, en Santa Fe el 22,1 por ciento de los incidentes de violencias ingresados a la institución corresponden a abusos sexuales; mientras que en Rosario, ese porcentaje alcanza el 18 por ciento).

sábado, 19 de noviembre de 2016

Unicef y Argentina lanzan hoy campaña contra abuso sexual infantil


Buenos Aires, 19 nov (PL) El gobierno argentino y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) pondrán hoy en marcha una campaña para generar conciencia sobre el abuso sexual y maltrato infantil, en el día mundial contra ese flagelo.

La iniciativa responde a una política pública que ubica a la protección y prevención de la violencia contra niños, niñas y adolescentes como una prioridad para el Estado y abarca la difusión en la televisión y la radio de varios soportes audiovisuales, en una primera etapa.

Según una nota divulgada por el Unicef, por la temática abordada y su alcance federal, se tratará de una campaña sin precedente en la historia del país.

Además de los materiales de promoción, la iniciativa abarca la apertura de una línea telefónica (0800 222 1717) contra el abuso sexual infantil, que será atendida por psicólogas y trabajadoras sociales con más de 10 años de experiencia en este tema.

Cualquier persona que sea víctima o tenga conocimiento de una situación de violencia sexual cometida contra un niño, niña o adolescente podrá comunicarse las 24 horas los 365 días del año, precisó el Unicef.

La representante de esa entidad en este país, Florence Bauer, apuntó que visibilizar el problema es un primer paso fundamental, seguido de otros, como lograr la implementación de un sistema unificado de información y fortalecer la coordinación interinstitucional.

Desde mañana el país podrá acceder también a la página web argentina.gob.ar/abusosexualinfantil, con información sobre este flagelo que golpea fuerte en el mundo.

Según cifras internacionales, cada hora de cada día 228 niños y principalmente niñas son explotados sexualmente en América Latina y el Caribe.

lam/may

viernes, 18 de noviembre de 2016

Sólo en la ciudad, cada 16 horas un menor de edad es víctima de abuso sexual



“Hablemos de abuso sexual infantil”. Así se llama la campaña que lanzará mañana el Estado junto a UNICEF en el marco del Día Internacional de Prevención del Abuso Sexual contra las Niñas, Niños y Adolescentes. Y se llama así porque aún hoy es un tema tabú, un tema que sigue silenciado porque involucra al sexo, y a las familias: 6 de cada 10 abusos ocurren en las propias casas.
“Es un silencio ominoso porque la gran mayoría de los abusos es intrafamiliar: padres, abuelos, tíos, primos, hermanos. Es un secreto de familia -dice a Clarín Eva Giberti, coordinadora del Programa Las Víctimas contra las Violencias del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación-. Recordemos que el abuso es un delito, lo cometiera quien lo cometiese, pero denunciarlo significa un conflicto familiar muy severo, por eso es ínfima la cantidad de denuncias que hay”. Giberti asegura que de cada cinco mujeres que van a la comisaría a denunciar que uno de sus hijos fue abusado, tres dan marcha atrás cuando les explican que se abrirá una causa penal y que el denunciado podría ir a juicio y terminar preso.
No hay estadísticas nacionales, sólo de la ciudad de Buenos Aires, de las víctimas que son acompañadas por el Equipo de Atención a Víctimas de Violencia Sexual. Las víctimas fueron 5.239 en los últimos diez años: 9 de cada 10 son niñas o adolescentes, en 5 de cada 10 casos el agresor es un familiar y 3 de cada 10 un conocido (amigo, vecino), es decir, 8 de cada 10 víctimas conoce bien a su abusador, y 4 de cada 10 niñas y adolescentes no sólo ha sido manoseada, tocada, sino también violada. En 7 de cada 10 casos quien denuncia es la mamá.
“Sigue siendo tabú porque a veces no se puede creer que una persona reconocida socialmente sea un abusador, entonces continúa el prejuicio de que el niño miente”, dice Sabrina Viola, del Equipo de Protección de UNICEF. “Es que en general los abusadores suelen ser personas encantadoras, muy simpáticas y muchas veces incluso dedicadas al cuidado de niños -explica Giberti-. Los primeros en no creer son los jueces. Pero los niños no mienten, sus dibujos son clarísimos”.
En el mejor de los casos el niño hablará. ¿Y si se anima a hablar y su madre no le cree? ¿La única reparación posible está en la condena?
“Si la madre no le cree o hace que no le cree el chico sufre una revictimización. Se da cuenta que no hay nadie en el mundo en quien confiar. El chico aprende de golpe que ese ideal que le enseñaron y que quiso se desbarata, psíquicamente es una situación delicada. Muchos de esos chicos terminan hablando en la escuela, y por eso es tan importante el rol de las docentes. En la clase alta esto es mucho peor, el silecio es mayor por lo vergonzante -dice Giberti-. Lo único que repara es saber que el juez escuchó, le creyó y dicta una sentencia como corresponde”.
“La idea es que hablemos de esto porque el no hablar de esto que nos cuesta tanto hace que haya muchas más víctimas. La ausencia de datos también genera que no haya visibilización”, dice a Clarín María Fernanda Rodríguez, subsecretaria de Acceso a la Justicia. También enumera las múltiples dificultades para quienes sí llegan a denunciar: “En las comisarías y en el poder judicial se sigue tratando a las madres como fabuladoras seriales. Todo está mal. Las pericias a los niños abusados hoy se hacen en la morgue. Todo ocurre por la mañana. Es decir, el chico tiene que faltar a la escuela un montón de veces, ir a lugares y cruzarse con personas complicadas. Estas madres también terminan dañadas y llegan a los juicios mal, como ‘locas’, y deben enfrentarse a un perverso que está de lo más tranquilo. Todo el sistema es revictimizante”.
Rodríguez asegura que se está delineando un plan para que las cosas cambien: “Hay que dar respuesta desde todos los ministerios, de Justicia, Salud, Educación, Desarrollo Social”. También buscan que haya estadísticas y que puedan estar centralizadas. Para los spots de la campaña no se pudo usar cifras locales porque Argentina carece de estadísticas, así que se verán las globales de la Organización Mundial de la Salud: una de cada cinco niñas y uno de cada trece varones son abusados. “Hablemos de abuso sexual infantil. Hablar es empezar a prevenir”.

Una de cada 5 chicas y uno de cada 13 chicos sufren abuso sexual


Con cifras "altísimas" que reportan una de cada cinco chicas abusadas y uno de cada trece chicos, una campaña del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, Unicef, y el ministerio de Justicia y Derechos Humanos busca romper el silencio en torno al abuso sexual infantil.

El fenómeno en el que muestran coherencia las cifras argentinas con los índices mundiales fue abordado por Télam en una entrevista con la representante del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, Florence Bauer, y la subsecretaria de Acceso a la Justicia, María Fernanda Rodríguez.

A partir de este sábado, Día Mundial contra el Abuso Infantil, dos avisos televisivos y radiales apelarán: "Rompé el silencio" sobre el abuso infantil, para empezar a prevenirlo.

"Esta campaña es un paso muy importante porque quiere romper este silencio, busca que la gente se dé cuenta, y hablar es empezar a prevenir", dijo Bauer en diálogo con Télam.

Con metodología basada en países que tienen datos y en encuestas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) obtuvo una indicador global que resulta coherente con índices obtenidos de las denuncias realizadas a través del teléfono 137 del Programa Las Víctimas contra las Violencias, que coordina la psicóloga y asistente social Eva Giberti.

"Las cifras del programa de la Ciudad de Buenos Aires muestran coherencia con las cifras de la OMS que tenemos a nivel global, pero justamente el primer desafío que tenemos en Argentina es la falta de cifras: lograr que se busque la información y se consolide con la de todas las provincias", dijo Bauer.

En base a la "Estadística sobre niñas, niños y adolescentes víctimas de abuso sexual y violación", acompañados por el Equipo de Atención a Víctimas de Violencia Sexual, tomada de 5.240 víctimas, el 15 por ciento de los casos correspondió a niños hasta cinco años (760); 19 por ciento de seis a 10 (1000); 41 por ciento de 11 a 15 (2.160) y 25 por ciento de 16 a 18 (1.320).

Respecto a las edades, la Estadística reporta que la franja etaria de mayor representación es de 11 a 15 años (2.000 femeninas / 160 masculinas), con el 41 por ciento; seguida por la de 16 a 18 años (1.235 femeninas / 86 masculinas) con el 25 por ciento; de seis a 10 años (805 femeninas / 193 masculinas) con el 19; y hasta cinco años (566 femeninas / 194 masculinas) con el 14 por ciento.

Rodríguez dijo a Télam que empezar a hablar del tema "nos va a mostrar que ocurre con mayor frecuencia que la que imaginamos y que, si se mantiene oculto e invisibilizado, es muy poco lo que podemos hacer para solucionarlo, por prevenirlo y por el cuidado de las víctimas".

"Se trata de una campaña conjunta de Unicef y el ministerio de Justicia; contamos con una enorme colaboración del área de Comunicación de Presidencia, y nos llevó mucho tiempo lograr el mensaje porque no queríamos un golpe bajo pero sí dar conciencia de la dimensión y dinámica del problema", contó.

La cifra "alarmante" de la OMS dice que una cada cinco niñas y uno cada trece niños puede ser víctima de abuso sexual infantil.

"Hay una enorme necesidad de empezar a producir datos bien localizados, y si seguimos sin hablar de un tema que es muy tabú -porque venimos todos como sociedad en este silencio cómplice que es muy poderoso ya que es preferible no pensar que esto ocurre-, no vamos a solucionar nada", enfatizó Rodríguez.

Sin poner el tema en superficie, "ni vamos a implementar medidas, ni a mejorar los sistemas de atención de salud mental, ni a generar protocolos adecuados para evitar revictimizar a los niños cuando se hace verificación del daño en sede judicial".

Rodríguez describió que, cuando un niño denuncia, se encuentra con que tiene que atravesar una serie de procesos que no han sido pensados en orden a sus necesidades: evaluaciones en horarios que interrumpen su vida escolar; pericias en la morgue judicial; ser observado desde una mirada que habla de 'veracidad del testimonio' y piensa que el chico fabula.

Bauer advirtió que "el abuso sexual está pasando en todas las edades, y está causado sobre todo por algún familiar o conocido (con mayor proporción de los cometidos por algún familiar en los más chiquitos): por eso a través de la campaña se busca sensibilizar para que la gente se de cuenta de que estamos hablando de cifras enormes, con una cada cinco chicas y uno cada trece chicos, que son números altísimos".

Unicef quiere que "uno se dé cuenta de que en su cotidiano se cruza con adultos, niños o niñas que han sido víctimas de algún abuso sexual, y poner esto en diálogo".

"Lo multidisciplinario es lo más importante, en el sentido en que hay que tener un trabajo conjunto entre educación, salud, justicia, seguridad, desarrollo social, y tener protocolos tanto en la identificación de los casos en el ámbito escolar, como también en la respuesta".

La tercera medida es "tener ámbitos en los que se pueda hacer la denuncia, si bien la línea 0800-222-1717existe, pero fortaleciendo después el sistema de protección para evitar la revictimización, sabiendo que muchas veces el abusador es alguien familiar", lo que genera un problema complejo para que el niño denuncie.

La cuarta recomendación "es la prevención, y por eso esta campaña junto con programas que lleguen a los adultos, a los profesionales de salud y educación y a los propios niños y niñas para que sepan que, si les está pasando algo de este tipo, no es algo normal", concluyó Bauer.

Pasan en casa 8 de cada 10 casos de abuso sexual infantil


Pasan en casa 8 de cada 10 casos de abuso sexual infantil
En el 80 por ciento de los casos de abuso sexual infantil, el agresor forma parte de la familia. Así lo advierten las últimas cifras de la Dirección de Asistencia a la Víctima, institución pública que en la provincia se ocupa de brindar tratamientos para los afectados y su entorno más cercano. 
En lo que va del año, el centro que funciona en el microcentro de la ciudad de Córdoba recibió 2.800 demandas de intervención por violencias de distinto tipo (delitos contra la propiedad, estafas, pornografía infantil, entre otros). El 30 por ciento de esas intervenciones fueron para resolver un caso de abuso sexual, en su mayoría, infantil. 
“La mayoría de los casos son niños o jóvenes que fueron víctimas de un abuso dentro de su entorno familiar. Encontramos que los abuelos, tíos o padres fueron los agresores. Cuando vamos a terreno y charlamos con los allegados, encontramos un hermano que también fue víctima del mismo agresor”, indicó Alicia Salusso, subdirectora del Centro de Asistencia a la Víctima. 
Los padres biológicos son los responsables del 30 por ciento de los casos de abuso sexual infantil dentro del seno familiar. Por último, los reportes restantes corresponden a personas que han mantenido algún tipo de vínculo con la víctima: vecinos, docentes o cuidadores. 
“Esta realidad preocupa y los casos aumentan. Cuando visitamos las viviendas y conversamos con la familia, nos damos cuenta de que el abuso sexual infantil está naturalizado. Las madres lo niegan o lo toman como algo a lo que están acostumbradas. Es una realidad que recorre toda la línea genealógica familiar. Algo que forma parte de su vida”, agregó la especialista. 
El tratamiento que brinda el centro es integral. Un equipo conformado por 22 personas se ocupa de atender a la víctima y a su entorno desde el punto de vista psicológico y también social. “La dependencia económica es un factor fundamental que impide que las mujeres corten con ese vínculo insalubre”, informó. 
Desde el centro aclaran que estas cifras son sólo la punta del iceberg porque en realidad la mayoría de los casos no se denuncian. Pasan inadvertidos en la familia y se transmiten de generación en generación.
Además de los delitos contra la integridad sexual del niño, el centro asiste a personas que fueron víctimas de  maltratos infantilesbullying o ciberbullying. Estos casos llegan porque fueron detectados por los gabinetes psicopegagógicos de una escuela o por la consulta que realiza algún familiar. En estos últimos, los padres biológicos resultaron ser los principales acosadores. 
El tratamiento se aborda aquí también en forma integral. Comienza con un abordaje psicológico y luego una tarea social en la vivienda y el entorno del niño. 

CÓMO CONTACTARSE 
La Dirección de Asistencia a la Víctima funciona en calle Rivadavia 77, en el microcentro de la ciudad de Córdoba. Los interesados pueden contactarse de lunes a viernes, de 8 a 20 al (0351) 434-1500. No hace falta una denuncia formal.