La mesa inaugural estuvo conformada por Daniel Posse, presidente de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán; Antonio Estofán, vocal de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán; Antonio Gandur, vocal de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán; Rossana Chahla,ministra de Salud de la Provincia; Fernanda Rodríguez, subsecretaria de Acceso a la Justicia del Ministerio de Justicia de la Nación;. Además de las autoridades ya mencionadas, el Comité de Honor estuvo conformado por Eduardo Nieva, Cacique de Amaicha; secretaria de la Mujer, María del Carmen Carrillo; la coordinadora del Observatorio de la Mujer, Eva Fondevilla. También de diferentes organizaciones sociales, referentes del Ministerio de Seguridad de Tucumán, el Ministerio Público Fiscal, entre otras.A su turno, el doctor Mateo Martínez, quien impulsó este proyecto expresó: “La iniciativa nace de un grupo de tucumanos que hace muchos años que observamos que la zona oeste de la provincia no tiene acceso a derechos básicos como salud, educación y justicia, del mismo modo que lo tenemos quienes vivimos en otros sectores de Tucumán”. De este modo, “se generó un proyecto que consiste en formar conjuntos de abogados, médicos, asistentes sociales y psicólogos en la zona de la ruta 40, más precisamente en los Valles Calchaquíes, para que allí desarrollen acciones de prevención en salud, acceso a derechos y sobre todo violencia doméstica y abuso sexual infantil”.
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miércoles, 20 de diciembre de 2017
Instituciones debaten sobre violencia de género y abuso sexual
martes, 19 de diciembre de 2017
La Municipalidad de Salta distinguirá a voluntarios contra el abuso sexual infantil
Según la información oficial de la Municipalidad, el programa Salta Niños cuenta con cinco fases que incluyen iniciativas orientadas a promover activamente, y de manera comprometida, los alcances de la agenda global en el marco del desarrollo sostenible 2030, y la Convención sobre los Derechos del Niño.
Mediante un convenio de mutua colaboración, la Cooperadora Asistencial y la citada fundación trabajan en el mejoramiento de las prácticas en materia de desarrollo de la infancia, así como en la apertura de un espacio para la investigación sobre estrategias y procedimientos comunitarios para la concienciación, sensibilización y prevención de abuso sexual infantil.
jueves, 14 de diciembre de 2017
Las consecuencias del maltrato infantil
sábado, 14 de enero de 2017
Ustedes se callaron cuando se lxs llevaron, ustedes se callaron cuando lxs abusaron”
Hace cuarenta años, mientras más de 30 mil jóvenes de este país eran perseguidxs, echadxs de sus trabajxs, acorraladxs, desaparecidxs, torturadxs, violadxs, tiradxs al río, enterradxs en fosas comunes y sus desesperadas familias los buscaban, ustedes ¿dónde estaban? Salvo honrosas excepciones, no estaban, miraban para otro lado y colaboraban.
Cuarenta años después saltan a la opinión pública los tremendos relatos sobre los curas y monjas abusadorxs en distintos puntos de nuestro país, desde mucho tiempo acallados. Y nuevamente escuchamos a lxs sobrevivientes, a esas valientes personas, que con sus testimonios ponen blanco sobre negro.
Cada unx, con su dolor, con su tiempo interno, con su proceso personal para poder decir aquel horror que vivió, a quién decir, qué decir, cómo hacerlo.
Lxs sobrevivientes de genocidio, lxs sobrevivientes de pedofilia eclesiástica, aquellxs que pudieron transformar su historia en lucha colectiva.
Y vuelve a caer sobre ellxs, la duda, se lxs culpa, no se les cree, por algo será, se lo buscaron, por algo fueron elegidxs, algo quieren, ¿buscan fama o plata?
Nuevamente, desacreditar a quien fue víctima.
Gracias a los valientes testimonios de lxs sobrevivientes de la dictadura genocida y años de lucha de los organismos de derechos humanos y de la sociedad, algunos cuántos genocidas están presos. No todos los que deberían. Faltan.
Gracias a los valientes testimonios de lxs sobrevivientes de abuso eclesiástico, algunos pocos, muy pocos están presos, faltan muchos y nos falta también más compromiso social. ¿Será que estamos tan atravesados por mandatos, dogmas, creencias culturales tan antiguas que operan y se refuerzan tratando de impedir el pensamiento crítico?
¿Es que esta sociedad no puede escuchar y reflexionar sobre la búsqueda de lxs sobrevivientes, que es Verdad y Justicia, como reaseguro para toda la sociedad, para el Nunca Más?
Cuartenta años después estos “pobres viejitos”, los genocidas y los curas abusadores, claman como en eco por la prisión domiciliaria.
En el año 2007 el cura, quien fuera capellán de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, Christian Von Wernich, fue condenado a perpetua en la cárcel de Marcos Paz, por 31 tormentos (presenciaba interrogatorios), siete homicidios y privación ilegal de la libertad de 34 jóvenes militantes. En el año 2012 el cura Julio César Grassi fue condenado en la cárcel de Campana, a quince años de prisión por abuso sexual infantil y corrupción de menores. Ninguno de los dos tuvo sanción eclesiástica. Ambos siguen dando misa.
La autora integra la red de Profesionales Latinoamericanos/as contra el Abuso de Poder y es asesora profesional de la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico