Se unieron tras sufrir abuso sexual de niños y hoy recorren el país para concientizar sobre el tema
Sebastián y Silvia formaron una asociación civil hace siete años para luchas contra el abuso sexual en la infancia.
Recorren el país dando testimonio y hablando de la importancia de este delito que afecta a 1 de cada 5 niños en el mundo.
Piden el compromiso de toda la sociedad para proteger a los niños que son los más vulnerables.
A Sebastián y Silvia les gusta autodenominarse “sobrevivientes” del abuso sexual infantil. Ambos fueron víctimas de este delito en sus infancias y atravesaron largos procesos judiciales. Se conocieron de grandes y se enamoraron. Desde 2012 tienen una ONG Adultxs por los derechos de la infancia, que lucha contra el abuso sexual infantil y recorren el país para hablar de este delito que afecta a uno de cada cinco niños (20% de la población) según cifras de la Unión Europea.
Ambos hablan de la importancia de romper lo que llaman “la corporación de adultos”, que es ese miedo o incomodidad a hablar del tema para empezar a proteger a los niños que puedan estar sufriendo una situación de abuso. Por eso, con el lema “Para criar a un niño se necesita una aldea” recorren el país dando charlas para dar su testimonio y concientizar y pedir el compromiso de todos los adultos desde la función que tengan para proteger a los niños y niñas. Están en Córdoba desde el jueves 24 y hasta el viernes 16 de abril (ver cronograma).
Sebastián tenía 13 años allá por 1989 cuando un cura de su colegio Marianista de la Ciudad de Buenos Aires abusó sexualmente de él y otros compañeros en reiteradas oportunidades. Lo mantuvo en silencio durante 10 años por vergüenza y porque sentía que no sería contenido y protegido por los adultos de su entorno. Recuerda que fue la época cuando salió a la luz la acusación de abuso al Bambino Veyra y la gente lejos de proteger a las víctimas que lo denunciaron, se burlaban de ellas y daban su apoyo al extécnico de fútbol.
A los 23 años decidió contarlo y se reunió con las autoridades del colegio que le ofrecieron un acuerdo económico a cambio de que no haga denuncia. Sebastián no aceptó y fue a la Justicia junto a otro excompañero. Recién en 2012 lograron la condena. Sebastián recuerda que tuvo “suerte” por la fuerza que tomó su causa en una época donde aún no estaba sancionada la Ley Piazza (que extiende los tiempos de prescripción de las causas por abuso sexual) ni la ley 27206 de 2015 que establece un cambio en el Código Penal.
SILVIA Y SEBASTIÁN. Unidos desde 2012 por la lucha contra el abuso sexual infantil (Página de Adultxs por los derechos de la infancia).
SILVIA Y SEBASTIÁN. Unidos desde 2012 por la lucha contra el abuso sexual infantil (Página de Adultxs por los derechos de la infancia).
“Mi causa fue la excepción de lo que suele pasar con el Poder Judicial”. Cuando ordenan la prisión preventiva de mi abusador, Fernando Picciochi, éste se fuga a Estados Unidos. Allí logran recapturarlo y estuvo tres años preso en Estados Unidos y seis en Argentina”, explicó.
En el medio del proceso el excura trabajó como docente en distintas partes del país y en Estados Unidos, siempre en ámbitos donde había niños.
Las exmonjas que denunciaron abusos sexuales
Por su parte, la de Silvia Piceda es otra historia de dolor: fue abusada en su infancia por un familiar y un compañero de trabajo de su padre. También sufrió violencia de género. Su peregrinar en el Poder Judicial comenzó cuando se enteró de que su ex, con el que tiene una hija, había abusado de otra de sus hijas, Romina. “Cuando Romina viene a contarme eso fue para que protegiera a mi hija de este abusador. El Poder Judicial quería revincularla con su padre hasta que mi hija dijo expresamente que no quería saber nada con él”.
Ambos se unieron en 2012 en búsqueda de compañía en este proceso de reparación y justicia y decidieron fundar la asociación Adultxs por los Derechos de la Infancia, que tiene como objetivos compartir los relatos testimoniales de ellos y llevarlos a distintos ámbitos para concientizar sobre este delito. También, el acompañamiento permanente entre pares.
“No somos un equipo de profesionales. Sólo hacemos acompañamiento y escucha a quienes han pasado por lo mismo. Nos juntamos todos los sábados en Buenos Aires y Silvia y yo salimos con nuestra historia por todo el país. Es importante hablar y escuchar porque de esa manera esa herida que llevamos puede cicatrizar y poner en palabras lo que te pasó permite desarmar mochilas”, dijo Sebatián en diálogo con La Voz.
Ocho de cada diez víctimas de violencia sexual fueron niñas y adolescentes
Abuso sexual infantil: cómo se sale del silencio
“A lo largo de estos años hemos visto una relación importante entre suicidio y gente que había sido abusada en su infancia por eso hacemos hincapié en la importancia de hablar de esto, que cada persona busque un ámbito donde pueda sentirse contenido para desahogarse, eso lo ayudará mucho”, dijo Sebastián y agregó: “En 2012 cuando empiezo a contar mi historia en los medios, me hice un Facebook y empezaron a llegarme historias de muchísima gente que lo había padecido de niños o de adultos que querían proteger a niños que estaban pasando actualmente por esa situación. Por eso decidimos hacer la ONG, para que tengan un lugar donde puedan asistir y ser escuchado por sus pares”.
Justicia
Se cree que en Argentina de cada 1.000 casos de abuso sólo 100 (el 10%) llegan a la Justicia y de ellos sólo 1 llega con un abusador condenado, según las cifras citadas en el libro “Abuso sexual en la Infancia” del exjuez Calros Rozanski y otros autores. Además, este delito no reconoce de clases sociales y su gran invisibilización se da porque la mayor parte de los casos es intrafamiliar.
“Para nosotros justicia es una cosa y Poder Judicial es otra. Si bien creemos que en la sociedad se va avanzando en cuanto a la visibilización y tratamiento de este delito, el Poder Judicial está igual que hace 10 o 20 años”, sentencia Silvia.
Ambos criticaron ciertos formas de proceder de la Justicia como juicios abreviados a abusadores. “Si hacen juicios abreviados es porque lo consideran un delito menor y no hay nada más peligroso para cualquier niño que un abusador suelto, que se sabe que reinciden”.
SILVIA PICEDO Y SEBASTIÁN CUATTROMO. Los unió la lucha contra el abuso sexual infantil (La Voz / Javier Ferreyra).
SILVIA PICEDO Y SEBASTIÁN CUATTROMO. Los unió la lucha contra el abuso sexual infantil (La Voz / Javier Ferreyra).
Por eso ambos explicaron que están trabajando junto a otras agrupaciones similares para que se capacite a las dependencias judiciales y estatales sobre cómo proceder para no revictimizar a los niños. Algo similar a lo que ocurrió con la Ley Micaela en materia de violencia de género. “El estado debe ser garante de los derechos de la infancia y como sociedad debemos formarnos y exigir esa formación al Estado. El compromiso es de todos”, dijeron Silvia y Sebastián.
También queremos que una vez que los abusadores sean liberados después de cumplir su condena el Estado se encargue de reinsertarlos laboralmente para que no terminen trabajando nuevamente en
No estigmatizar
Desde hacen hincapié en que no se debe estigmatizar a las víctimas, sino ayudarlas a que hablen y a seguir adelante. “Somos sobrevivienbtes a una situación dolorosa pero somos personas plenas que progresamos en nuestras vidas. No creemos en eso de que por haber sido abusados ‘nos arruinaron la vida’ o que somos ‘muertos en vida’”, explicó Sebastián.
En los casos de abuso sexual pesa sobre las víctimas una sensación de vergüenza y miedo a hablar porque sienten que si lo hacen van a desarmar a la familia. “Por eso es muy importante que las familias generen un ambiente de diálogo y confianza para que el niño pueda contar lo que le pasa sabiendo que va a ser apoyado y contenido”, explicaron.
Por su parte, Sebastián y Silvia creen imprescindible la aplicación de la Educación Sexual en las escuelas. “La mayor parte de los abusos en la infancia se dan dentro del ámbito familiar por eso es muy importante que los niños cuenten con información para prevenir estos casos”.
Qué hacer
Ante un caso de denuncia recomiendan que primero se escuche al niño o al adulto que cuenta esa historia desde un ámbito de acompañamiento y comprensión y luego que se busque la tención de un psicólogo o psicóloga especialista en el tema, como también recurrir al Programa Nacional de atención a las víctimas en situaciones de abuso sexual infantil: 0800-222-1717 o 08002221717@jus.gov.ar.
Unicef tiene una guía online para tomar acciones contra el abuso sexual de niños, niñas y adolescentes y proteger sus derechos.
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